jueves, julio 26, 2012

Yo y yo soy un mono común como el señor Patarroyo, pero no tan común como sus monos amazónicos, como así dice un juez colombiano, que debe ser un mono de lo más especial, con perdón para los monos comunes... Y así nos quedamos sin vacuna contra la malaria y sin el principio sintético que serviría para todas las vacunas, de momento, paralizadas las investigaciones científicas por delito de tráfico de animales, según  la demanda de los monos Entropika, (con perdón, de nuevo, para los monos comunes) los más especiales de todos, de inmensa inteligencia y perspectiva, élite entre las élites que no deben necesitar vacunas, como el resto de monos comunes, especialmente esos 21.000 niños monos que mueren al año de malaria.

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