En las noticias impresas una mujer, con más pintura en la cara que Ronald McDonald, nos cuenta que no se puede vestir con poco dinero. Ella tiene más de 2.000 modelos de ropa de firmas de lujo. Su vida ha estado consagrada a comprar trajes exclusivos que no tuvieran otras personas. Millones salvadores para unos y tirados en trapos para otros. Nos deleita con frases como: "Es imposible explicar qué se siente al llevar un modelo exclusivo" y cosas así. Y me pregunto yo y yo si a esta le importarán en general las demás personas vistan como vistan. Y también me pregunto cuantos-as habrá como esta que vestirán su exclusividad por encima de las desgracias de los demás.

Y al final me contesto si algún día no nos cansaremos, no unos yoes, sino unos túes y unos vosotros, y les meteremos sus trajes por.................................................................................